viernes, 26 de octubre de 2012

El cambio climático

A que se le llama cambio climático

Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros meteorológicos: temperatura, presión atmosférica, precipitaciones, nubosidad, etc. En teoría, son debidos tanto a causas naturales (Crowley y North, 1988) como antropogénicas (Oreskes, 2004).
El término suele usarse de manera poco apropiada, para hacer referencia tan solo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático usa el término «cambio climático» solo para referirse al cambio por causas humanas:
Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos comparables.
Artículo 1, párrafo 2
Recibe el nombre de «variabilidad natural del clima», pues se produce constantemente por causas naturales. En algunos casos, para referirse al cambio de origen humano se usa también la expresión «cambio climático antropogénico».
Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico. La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que simulan la física de la atmósfera y de los océanos. La naturaleza caótica de estos modelos hace que en sí tengan una alta proporción de incertidumbre (Stainforth et ál., 2005) (Roe y Baker, 2007), aunque eso no es óbice para que sean capaces de prever cambios significativos futuros (Schnellhuber, 2008) (Knutti y Hegerl, 2008) que tengan consecuencias tanto económicas (Stern, 2008) como las ya observables a nivel biológico (Walther et ál., 2002)(Hughes, 2001).

Causas de los cambios climáticos

El clima es un promedio, a una escala de tiempo dada, del tiempo atmosférico. Los distintos tipos climáticos y su localización en la superficie terrestre obedecen a ciertos factores, siendo los principales, la latitud geográfica, la altitud, la distancia al mar, la orientación del relieve terrestre con respecto a la insolación (vertientes de solana y umbría) y a la dirección de los vientos (vertientes de Sotavento y barlovento) y por último, las corrientes marinas. Estos factores y sus variaciones en el tiempo producen cambios en los principales elementos constituyentes del clima que también son cinco: temperatura atmosférica, presión atmosférica, vientos, humedad y precipitaciones.
Pero existen fluctuaciones considerables en estos elementos a lo largo del tiempo, tanto mayores cuanto mayor sea el período de tiempo considerado. Estas fluctuaciones ocurren tanto en el tiempo como en el espacio. Las fluctuaciones en el tiempo son muy fáciles de comprobar: puede presentarse un año con un verano frío (por ejemplo, el sector del turismo llegó a tener fuertes pérdidas hace unos años en las playas españolas debido a las bajas temperaturas registradas y al consiguiente descenso del número de visitantes, y el invierno del 2009 al 2010 ha sido mucho más frío de lo normal, no solo en España, sino en toda Europa). También las fluctuaciones espaciales son aún más frecuentes y comprobables: los efectos de lluvias muy intensas en la zona intertropical del hemisferio sur en América (inundaciones en el Perú y en el sur del Brasil) se presentaron de manera paralela a lluvias muy escasas en la zona intertropical del Norte de América del Sur (especialmente en Venezuela y otras áreas vecinas).
Un cambio en la emisión de radiaciones solares, en la composición de la atmósfera, en la disposición de los continentes, en las corrientes marinas o en la órbita de la Tierra puede modificar la distribución de energía y el equilibrio térmico, alterando así profundamente el clima cuando se trata de procesos de larga duración.
Estas influencias se pueden clasificar en externas e internas a la Tierra. Las externas también reciben el nombre de forzamientos dado que normalmente actúan de manera sistemática sobre el clima, aunque también las hay aleatorias como es el caso de los impactos de meteoritos (astroblemas). La influencia humana sobre el clima en muchos casos se considera forzamiento externo ya que su influencia es más sistemática que caótica pero también es cierto que el Homo sapiens pertenece a la propia biosfera terrestre pudiéndose considerar también como forzamientos internos según el criterio que se use. En las causas internas se encuentran una mayoría de factores no sistemáticos o caóticos. Es en este grupo donde se encuentran los factores amplificadores y moderadores que actúan en respuesta a los cambios introduciendo una variable más al problema ya que no solo hay que tener en cuenta los factores que actúan sino también las respuestas que dichas modificaciones pueden conllevar. Por todo eso al clima se le considera un sistema complejo. Según qué tipo de factores dominen la variación del clima será sistemática o caótica. En esto depende mucho la escala de tiempo en la que se observe la variación ya que pueden quedar patrones regulares de baja frecuencia ocultos en variaciones caóticas de alta frecuencia y viceversa. Puede darse el caso de que algunas variaciones caóticas del clima no lo sean en realidad y que sean catalogadas como tales por un desconocimiento de las verdaderas razones causales de las mismas.

Daños causados por el cambio climático

Los daños causados por el cambio climático podrían costar a los países latinoamericanos y del Caribe 100.000 millones de dólares anuales para el 2050 si las temperaturas promedio suben 2 grados Celsius (3,6 grados Fahrenheit) desde los niveles pre-industriales, algo visto como probable, dijo el martes un nuevo reporte.
La región produce sólo el 11 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, pero es considerada especialmente vulnerable a los impactos del cambio climático debido a su ubicación geográfica y su dependencia de los recursos naturales, dijo el informe encargado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El banco dio a conocer el estudio días antes de que Brasil lleve a cabo la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, la Rio+20, del 20 al 22 de junio.
El colapso del bioma de coral en el Caribe, la desaparición de algunos glaciares en los Andes y cierto grado de destrucción en la cuenca del Amazonas son daños por el cambio climático señalados en el informe.
Por ejemplo, la pérdida neta de exportaciones agrícolas en la región debido al cambio climático sería entre 30.000 millones y 52.000 millones de dólares para el 2050.
"Pérdidas de esta magnitud podrían limitar las opciones de desarrollo, así como el acceso a los recursos naturales y servicios de los ecosistemas", dijo el reporte.
El banco de desarrollo señaló que el costo de ayudar a los países a adaptarse a los efectos del cambio climático sería menor en relación con el precio de los potenciales daños.
Se estima que alrededor de un 0,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de la región, o aproximadamente el 10 por ciento de los costos del impacto físico, sería necesario para apoyar la adaptación al cambio climático.
América Latina ha tenido un éxito reciente en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente gracias a cambios en las políticas de uso de suelos, como la reducción de las emisiones relacionadas con la deforestación.
Según el informe, las emisiones de gases de efecto invernadero de la región cayeron un 11 por ciento desde el inicio del siglo a 4.700 millones de toneladas de equivalente de dióxido de carbono en el 2010.
Si bien se ha avanzado en la preservación de las tierras que serían vulnerable a la tala para la agricultura u otros usos, el BID dijo que se necesita más de la región. Los sectores del transporte y la energía se espera que aumenten su cuota de emisiones de gases de efecto invernadero en un 50 por ciento para el 2050, según el informe.
Estos dos sectores por sí solos podrían contribuir cada año con 2.000 millones de toneladas de CO2e (equivalente de dióxido de carbono) en la región, según el informe.
Esto podría empujar a las emisiones totales de gases de efecto invernadero en la región a 7.000 millones de toneladas para el 2050.

Animales y plantas ya están demostrando los efectos del cambio climático

Entre las predicciones de los científicos sobre los efectos del cambio climático destaca la respuesta de los organismos vivos al paulatino calentamiento global. Pero esta respuesta es difícil de apreciar en un plazo de pocos años. Ahora, dos equipos de investigadores, tras analizar centenares de especies de animales y plantas, han constatado un desplazamiento medio de los hábitats de 6,1 kilómetros por década hacia los polos. Y funciones primaverales típicas, como la reproducción, la germinación o las migraciones, se han adelantado una media de 2,3 días por década.
Las predicciones que los investigadores hacen para el clima futuro indican no sólo un aumento de la temperatura media del planeta a lo largo de este siglo, sino patrones de cambio muy claros, como un mayor calentamiento en latitudes altas (hacia los polos) que cerca del ecuador, y en las montañas. Esto significa que muchas especies deben ser capaces de colonizar territorios antes inaccesibles para ellas al encontrarse climas más suaves donde hasta hace poco hacía demasiado frío.
Por tanto, la presencia de animales y plantas en regiones donde hasta ahora no vivían es una firma del cambio climático en marcha. Igualmente lo es, por ejemplo, el hecho de que se adelanten las primaveras con temperaturas más suaves y que, en consecuencia, se observe, por ejemplo, que las ranas se reproducen antes, que los pájaros hacen sus nidos más pronto o que las plantas germinan como media con unos días de anticipación respecto a lo que venía siendo normal.
Algunos estudios de especies habían ya indicado cambios biológicos en respuesta al cambio climático. Pero el debate seguía abierto entre los expertos ya que es muy difícil asociar claramente tendencias en el mundo biológico con los patrones del calentamiento global que se está produciendo, porque existen muchas alteraciones locales y a corto plazo debidas no sólo a variaciones naturales en la abundancia y distribución de especies, sino también a modificaciones de los ecosistemas como consecuencia de la actividad humana.
Para aclarar esta incógnita, Camille Parmesan, de la Universidad de Tejas (EE UU) y sus colegas han realizado un análisis estadístico a gran escala sobre 1.700 especies, incluyendo árboles, plantas herbáceas, aves, insectos, anfibios, mamíferos, peces, etcétera. Su conclusión, que hoy publican en la revista Nature, es que las tendencias biológicas recientes concuerdan con las predicciones del cambio climático. Los animales y plantas tienden a ocupar territorios en latitudes más altas (6,1 kilómetros de media por década) y se extienden hacia zonas más altas en las montañas.
Otro equipo de investigadores, trabajando independientemente del anterior y con una metodología diferente, ha llegado a la misma conclusión tras su análisis sobre 143 especies. Este grupo, encabezado por Terry L.Root, de la Universidad de Stanford, ha basado su trabajo en el análisis global de muchos estudios previos centrados en especies concretas o en territorios particulares, en busca de una tendencia global. El resultado es que ya hay un impacto significativo del calentamiento en las poblaciones de animales y plantas.
En estos estudios, los científicos han tenido en cuenta varios tipos de alteraciones de los organismos vivos en los últimos 50 años: distribución espacial y temporal de especies, densidad de las poblaciones, cambios en morfología y comportamiento y alteraciones temporales en procesos como la reproducción.
"Está claro que si estos cambios climáticos y ecológicos se están detectando ahora, cuando el planeta se ha calentado sólo 0,6 grados centígrados, probablemente habrá efectos de alcance mucho mayor sobre las especies y los ecosistemas en respuesta al aumento de temperatura predicho por el IPCC [Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, de Naciones Unidas], que puede ser hasta de seis grados centígrados más en 2100", advierte el grupo de Stanford. "Aunque las especies han respondido a cambios climáticos a lo largo de su historia evolutiva, este cambio rápido es muy preocupante para las especies salvajes y sus ecosistemas".
 
El cambio climático en Uruguay.
 
Por ejemplo en mi país Uruguay el cambio climatico y su consecuencias chocan mucho en la sociedad porque es un país muy desadaptado a las actividades climaticas fuertes, entones cuando hay un cambio muy brusco la sociedad se ve muy afectada.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Animales extintos

Hace poco más de cinco décadas que los naturalistas comenzaron a emplear el concepto de "la extinción" y éste empezó a hacerse cada vez más popular para designar un fenómeno que la actividad humana estaba provocando en todo el planeta: la desaparición de especies de la flora y fauna. Lobito de río:  


La Nutria
 
Venado de Campo: 
http://www.iibce.edu.uy/GENETICA/CONSERVACION/l1.jpg


Causas de este peligro1. La persecución y matanza por el valor de sus pieles.
2. La caza intensiva y la pesca intensiva para comercializar sus carnes.
3. La contaminación de las especies extrañas a su hábitat, o sea "especies invasoras".
4. Los grandes emprendimientos como represas, hidrovías, etc., que el hombre construye.
5. Pérdida de petróleo, que contaminan los mares.
6. Accidentes naturales como la "muerte gris", erupción de los volcanes que lanza a la atmósfera nubes de cenizas y gases con alto contenido de azufre.
7. La acción de otros contaminantes (yacimientos de uranio, polonio, radio y de otros elementos radioactivos)
8. Accidentes varios, intencionales o no, como los incendios de bosques, choque de barcos, etc.

Nuestro Monte

Monte ribereño
El monte ribereño comprende las especies vegetales que viven en las formaciones arbóreas de las márgenes de los cursos de agua. En función de la cercanía con el agua, se pueden definir tres tipos de montes, con composiciones distintas.Son mas de 500 especies que habitan en ella.
Zona interior
En la zona más próxima al curso de agua se encuentran especies puramente hidrófilas.
Mataojos
Sauce criollo
Sarandí blanco
Sarandí colorado
Zona intermedia
En la zona intermedia se encuentran especies de alta diversidad.
Arrayán
Chal-Chal
Coronilla
Guayabo Colorado
Zona exterior
En la zona exterior del monte ribereño, lindera a la pradera, se encuentran:
Coronilla
Espina amarilla
Molle rastrero
Tala
Monte de parque
En este tipo de monte, pueden encontrarse árboles de copa abierta, suficientemente espaciados como para ejercer poca competencia entre sí. Entre ellos se puede encontrar abundante vegetación herbácea. Los árboles corresponden a comunidades subxerófitas. Dependiendo de la especie dominante es un monte en particular, se lo puede referir como: “algarrobales”, “espinillares”, “quebrachales”, “talares”, etc. Las especies que pueden encontrarse en estos sitios son
Algarrobo
Espinillo
Cina-Cina
Molle rastrero
Espina amarilla
Ñandubay
Espina corona
Blanqueales
En los blanqueales (nombre común de los suelos alcalinos) crecen además:
Caranday
Quebracho blanco
Monte de quebrada
Este monte se desarrolla en situaciones particulares, en general producidas por accidentes topográficos abruptos como cuestas basálticas pronunciadas. En estas condiciones micro climáticas, proliferan especies con requerimientos de alta humedad, suelos sueltos, humíferos, bien drenados, con ausencia de vientos y temperatura constante. Dentro de la gran variedad de especies existentes en este tipo de monte, pueden llegar a distinguirse tres estratos, con árboles de gran tamaño, de tamaño mediano, y por último vegetación herbácea y plantas epífitas.Recientemente se encontraron diversos ejemplares crecidos espontaneamente de una conifera que se creia extinta desde el siglo 19 se trata de el Pino Parana en la zona de la Sierra de los Rios (depto. de Cerro Largo)1 es de notar que en el área aparece la “urraca azul” Cyanocorax caeruleus, un ave asociada con el Planalto de las araucarias,dispersora de estas plantas.
Estrato superior
Especies encontradas en el estrato superior:
Árbol del Jabón
Laurel (Cinnamomum)
Aruera
Laurel (Nectandra)
Caranday
Laurel
Francisco Álvarez ó Caa-obetí
Pino Parana

Estrato intermedio
Especies encontradas en el estrato intermedio:
Camboatá
Guabiyú
Pitanga
Yerba mate

Estrato inferior
En el estrato inferior se encuentran vegetación herbácea, donde se destacan las especies epifitas y helechos de distintos géneros.
Dicotiledóneas
Helechos (Blechnum)
Helechos (Pteris)
Helechos (Adiantum)
Helechos (Dicksonia)
Orquídeas
Helechos (Anemia)
Helechos (Dryopteris)
Helechos (Asplenium)
Helechos (Pteridium)
Monte serrano
El monte serrano se desarrolla en sierras y serranías del este del país. Los suelos son de textura gruesa con buen drenaje, con numerosos microambientes, donde es posible la instalación de arbustos, lo que determina la acumulación de depósitos coluviales y formación de tierra orgánica. La estructura actual del monte serrano está determinada más por actividades antrópicas que por características climáticas o de suelo. Son frecuentes en estos montes las especies espinosas con características xeromorfas. Pueden distinguirse diferentes tipos de vegetación en función de su ubicación respecto a la sierra-
Ladera alta
En la ladera alta se encuentran plantas que se caracterizan por achaparradas:
Espina de la Cruz
Mimosa
Ladera media
En la ladera media pueden encontrarse árboles de mayor porte como:
Canelón
Coronilla
Tala
Tembetarí
Ladera baja
Conformada por "chircales".
Chirca (Eupatorium)
Chirca (Baccharis)
Carqueja (Baccharis)
Chirca (Vernonia)
Entre serranías
En la hondonada entre serranías, además de existir una abundante flora de helechos, predominan:
Arrayán
Chirca de monte
Blanquillos (brasiliensis)
Envira
Blanquillos (commersoniana)
Chal-Chal
Palmares



Palmares en el noroeste, departamento de Paysandú.
En Uruguay se encuentran distintas especies de palmeras, ya sea conformando comunidades llamadas palmares o relativamente aisladas asociadas a otros géneros vegetales. Los palmares son comunidades vegetales constituidas por un estrato arbóreo en los que se encuentra una sola especie de palma, y un estrato herbáceo, la pradera natural. En dichas comunidades, la densidad de palmas se encuentra entre 50 y 500 especímenes por hectárea. En Uruguay se distinguen dos comunidades principales de características muy particulares, encontrándose estas en el noroeste y este del país.
Palmares del noroeste
Este tipo de palmar, se desarrolla de forma irregular en grupos aislados, encontrándose en suelos arenosos y profundos del noroeste del Uruguay. Ocupa un área aproximada de 2500 ha, y se continúa hacia la provincia de Entre Ríos en Argentina, donde su extensión es mucho mayor. La especie que conforma esta comunidad es la:
Palma Yatay
[editar]Palmares del este
Se pueden encontrar en los departamentos de Rocha, Cerro Largo, Treinta y Tres y Maldonado. Se agrupan en dos grandes regiones: “los palmares de Castillos” y “los palmares de San Luis”. Se desarrollan en suelos pesados e inundables, cubriendo 68 000 ha que se continúa hasta los estados de Río Grande del Sur y Santa Catarina (Brasil). Debido al pastoreo, estos palmares están en riesgo de extinción, pues están compuestas solamente por individuos adultos, sin estadios intermedios de desarrollo. La especie que conforma esta comunidad es la:
Palma Butiá
No asociadas a palmares
Existen otras palmeras que no se desarrollan en comunidades como los palmares, encontrándose más bien aisladas y asociadas a otras especies vegetales. Tal es el caso de:
Caranday (brasiliensis)
Caranday (campestris)
Palma Pindó
Palma Yatay Enana
Arenales

A lo largo de toda la costa marítima, se encuentran un tipo de vegetación con características particulares producto de su adaptación a las dunas: sistemas radicales profundos, abundancia de estolones, cutícula serosa, rizomas fuertes, presencia de pelos. Las especies más abundantes son:
Baccharis dracunculifolia
Baccharis tridentata
Senecio
Chenopodium retusum
Pasto dibujante
Redondita de agua
Acuática

Uruguay también es propicio para el desarrollo de una vegetación acuática abundante debido a su extensa red hidrográfica. Ya que el factor determinante para la aparición de estas especies es la humedad de los suelos, y que esta aumenta progresivamente desde la tierra relativamente seca hasta los cursos de agua, se puede encontrar asimismo una variación asociada de especies. En condiciones propicias de profundidad del agua y luz, se desarrollan plantas sumergidas, flotantes arraigadas o flotantes libres.
Sumergida
Cola de zorro
Flotante arraigada
Enramada de las tarariras
Flotantes libres
Camalote
Acordeón de agua
Helechito de agua
Repollito de agua
Poca profundidad
Cuando se está ante aguas poco profundas se puede apreciar el desarrollo de vegetación palustre.
Cucharones
Hibisco
Inundación permanente o temporal
En zonas de inundación permanente se desarrollan pajonales o totorales. Por otra parte, cuando es temporal, estos dan paso a la pradera. Las especies que se encuentran en estas zonas son:
Cola de zorro
Paja mansa
Paja brava
Totora
Agua salada

Las especies halófitas se desarrollan en zonas costeras, con entrada de agua salada. En estos lugares se encuentra vegetación que presenta características fisiológicas y ecológicas muy particulares, una de las cuales, es su elevada presión osmótica, que supera a las plantas mesófitas en un factor de tres a siete veces. Las especies más comunes en estos sitios son:
Espartillo
Flor de la oración
Guaycurú
Junco
Pedregales o roquedales



Vegetación sobre arenisca, Balneario Iporá.
En sitios rocosos o pedregosos se encuentran las especies xerófitas. Estos lugares se caracterizan por contar con pendientes pronunciadas y poca disponibilidad de agua. Debido a estas condiciones, estas especies cuentan con tallos fotosintéticos, sistema radicular muy extendido y hojas modificadas en espinas. Las especies más comunes en estos ambientes son:
Cereus uruguayanus
Opuntia cordobensis
Notocactus scopa
Otras especies

Existen otras especies que se por su capacidad de adaptación se pueden encontrar en muchos de los hábitats antes mencionados y que no están necesariamente asociados a ninguno en particular.
Azara: vive en sierras y cerros del este del Uruguay.
Cedrón de Monte: se desarrolla en zonas serranas y en las cumbres de las quebradas.
Ceibo: crece en lugares inundables como bañados, lagunas, arroyos y orillas de ríos. Es la flor Nacional de Argentina y Uruguay.
Espina amarilla: crece a las orillas de las sierras y cerros y en la zona externa de los montes ribereños.
Las trepadoras (flor de fuego, flor de mariposa y uña de gato) crecen en distintos puntos de Uruguay y son muy apreciadas por su valor ornamental.
Guayabo del país: se desarrolla en quebradas en las faldas de las serranías.
Marcela: se la encuentra en cerros, arenales, sierras y pedregales.
Pata de vaca: se la encuentra en márgenes de ríos y arroyos.
A orillas de ríos y arroyos se pueden encontrar los llamados plumerillos rosados (Calliandra parvifolia y Calliandra selloi) o los plumerillos rojos (Calliandra tweediei).
Sombra de toro: se desarrolla por todo el territorio uruguayo, integrando tanto los montes serranos como los ribereños.
Tarumán: crece asociada a montes serranos y ribereños






jueves, 18 de octubre de 2012

Algunos ya no estan

Algunos ya no están y no los volveremos a ver, otros están al borde de la desaparición. El 4 de octubre es el Día de los animales, una fecha para cuestionarnos acerca de esta problemática.

A comienzos de este siglo XXI, cabe plantearse una gran interrogante: ¿el hombre conseguirá imponerse límites o continuará depredando la naturaleza sin tomar conciencia, ni asumir responsabilidades?La transformación de los ambientes se da con una rapidez tan increíble que, muchas veces, genera inmovilidad y sorpresa a quienes contemplan una pradera con ganado, en un sitio donde un año antes existían centenarios de ejemplares de Cardenal Amarillo.

Precisamente, las aves sufren de varias amenazas y sin dudas, la mayor de ellas es la transformación del hábitat. De las aves de todo el mundo que están en riesgo de extinción, el 85% lo están por esta causa.

Los otros factores que provocan disminución en las poblaciones de aves son  la caza, tanto para el comercio ilegal de especies como para el consumo; la contaminación ambiental; el cambio climático y la presencia de especies introducidas (especies invasoras) que actúan como nuevos predadores.

Actualmente,  de las casi 10.000 especies de aves existentes en el mundo, 1.186 (12%) se encuentran en riesgo de extinción y 727 (7 %) en la categoría de cercanas a la amenaza (casi amenazadas). Ya se ha documentado, por restos fósiles hallados,  que en el mundo se extinguieron 128 especies  de aves en los últimos 500 años, de las cuales 103 desaparecieron desde el año 1800 hasta nuestros días.

La UICN (Unión Mundial para la Naturaleza), trabaja en los Libros Rojos de todas las especies animales amenzadas desde la década del 60.

Las distintas categorías de amenaza en las que se puede clasificar a las especies en riesgo de extinción han sido determinadas por la UICN. Son 10 las categorías. Las denominadas “en peligro crítico”, “en peligro” y “vulnerable” son las que se consideran aves amenazadas en riesgo de extinción.

A continuación se mencionan algunas de las categorías más importantes.
  • Extinta:  la especie se considera extinta cuando no hay dudas de que el último ejemplar ha muerto.
  • Extinta en estado silvestre: se utiliza cuando el conocimiento exhaustivo de la población de una especie demuestra que ya no se encuentra o, incluso, cuando su hábitat ha desaparecido.
  • Peligro crítico: se considera a una especie en peligro crítico cuando tiene un alto riesgo de extinción en un futuro inmediato.
  • En peligro: la especie no tiene un peligro crítico en un futuro inmediato, pero sí corre el riesgo de extinción en un futuro próximo.
  • Vulnerable: la especie tiene un alto riesgo de extinción en un futuro mediato.
  • Cercanas a la amenaza (casi amenazadas): Aquí se agrupan las especies que no califican dentro de las estrictamente amenazadas, pero igualmente existe riesgo de extinción en un futuro más lejano. Es una categoría previa a vulnerable.
En el cuadro que sigue se enumeran las 23 especies amenazadas y las 17 cercanas a la amenaza, en Uruguay. Debe tenerse en cuenta que esta clasificación está realizada en base a criterios globales, dejando los criterios nacionales en un segundo plano. Con la escasez actual de recursos económicos es necesario maximizar los esfuerzos para proteger  las especies que corren un riesgo de extinción a escala global. Esta clasificación toma en cuenta la distribución total de la especie, por  ejemplo, aparece el Ñandú como cercano a la amenaza, aunque en Uruguay no presenta problemas de conservación, sí los presenta en otros países.

EXTINTO 
Guacamayo Azul      Anodorhynchus glaucus

PELIGRO CRÍTICO   
Petrel de Anteojos      Procellaria conspicillata
 Playero Esquimal      Numenius borealis
 Guacamayo Azul      Anodorhynchus glaucus
 Capuchino de Collar      Sporophila zelichi

 EN PELIGRO    
 Albatros Real del Norte      Diomedea sanfordi
 Albatros de Tristán     Diomedea dabbenena
 Cardenal Amarillo     Gubernatrix cristata
 Capuchino Pecho Blanco     Sporophila palustris

VULNERABLE    
 Albatros Errante      Diomedea exulans
 Albatros Real del Sur      Diomedea epomophora
 Albatros Cabeza Gris      Thalassarche chrysostoma
 Burrito Plomizo      Porzana spiloptera
 Gaviota Cangrejera      Larus atlanticus
 Viudita Blanca Grande      Xolmis dominicana
 Yetapá de Collar      Alectrurus risora
 Capuchino Corona Gris      Sporophila cinnamomea
 Dragón      Xanthopsar flavus
 Loica Pampeana     Sturnella defilippii
 Pingüino Penacho Amarillo      Eudyptes chrysocome
 Pingüino Frente Dorada       Eudyptes chrysolophus
 Petrel Gigante Común      Macronectes giganteus
 Petrel Cabeza Parda       Pterodroma incerta
 Petrel Barba Blanca      Procellaria aequinoctialis

CASI AMENAZADA  / CERCANAS A LA AMENAZA
 Ñandú      Rhea americana
 Flamenco Austral      Phoenicopterus chilensis
 Chorlito Acanelado      Tryngites subruficollis
 Carpinterito Enano      Picumnus nebulosus
 Espartillero Enano      Spartonoica maluroides
 Pajonalera Pico Recto      Limnoctites rectirostris
 Tachurí Canela      Polystictus pectoralis
 Tachurí Coludo      Culicivora caudacuta
 Capuchino Castaño      Sporophila hypochroma
 Capuchino Garganta Negra      Sporophila ruficollis
 Pingüino de Magallanes      Spheniscus magellanicus
 Albatros Ceja Negra      Diomedea melanophris
 Albatros Pico Fino      Diomedea chlororynchos
 Petrel Gigante Oscuro      Macronetes halli
 Petrel Ceniciento      Procellaria cinerea
 Urraca Azul      Cyanocorax caeruleus

EXTINCIÓN
Guacamayo Azul (Anodorhynchus glaucus)


Se puede considerar extinta no solamente en Uruguay, sino también en toda su área de distribución (Brasil, Argentina y Paraguay). Los últimos registros de este loro son justamente en Uruguay, al sur de Bella Unión en 1951 y otro registro, dudoso, en Paraná  (Brasil) en 1960. Su hábitat típico es el monte parque y especialmente los palmares yatay . Ha habido rumores de que se lo ha visto en los otros países donde se distribuía, pero éstos no han sido confirmados, de todos modos en el libro de BirdLife International del año 2000 aún no se lo considera estrictamente extinto.

EN PELIGRO CRÍTICO
Capuchino de Collar (Sporophila zelichi)


Esta especie ha sido separada en los últimos tiempos del Capuchino Pecho Blanco (S. palustris). Aún queda mucho por descubrir sobre la biología y ecología de los Sporophila. Se estima que existe una población que oscilaría entre 50 y 250 ejemplares en su área de distribución (Uruguay, Argentina, Paraguay y quizás centro y sur de Brasil). En Uruguay se descubrió en los últimos años, en el departamento de Rocha (Azpiroz 2003) aunque hay datos de que cazadores lo han atrapado en departamentos del litoral (Salto y Paysandú). El hábitat típico de la especie son los pastizales húmedos. La presencia en Uruguay se da entre los meses de noviembre y febrero, migrando luego al norte.

EN PELIGRO
Cardenal Amarillo (Gubernatrix cristata)


Sin dudas, es la especie que presenta, en Uruguay, un riesgo de extinción más próximo. Ello es ocasionado por la caza como ave de jaula y la destrucción de los algarrobales, su hábitat principal. Con la colaboración de Neotropical Bird Club (Inglaterra) se ha podido relevar los departamentos de Río Negro, Paysandú y Salto, donde supuestamente era más factible encontrarlo y solamente en este último se han podido observar algunos ejemplares. En el departamento de Río Negro, donde en el año 1996 se encontraron grupos de 6 y 7 ejemplares, hoy ni siquiera existe el algarrobal donde fueron vistos. En Cerro Largo no se observan ejemplares desde el año 1997, donde se habían encontrado pequeños bandos de 6 ejemplares. Los registros más recientes (2003) se han dado en los departamentos de Rocha, Tacuarembó, Lavalleja y Salto, pero únicamente se avistaron ejemplares solitarios o en pareja, no en bandadas.

Capuchino Pecho Blanco (Sporophila palustris)
Es una especie poco común en Uruguay. Llega a finales de octubre y permanece hasta febrero o marzo. Habita y nidifica en los bañados del este (Rocha) y también, en el litoral desde Artigas hasta Paysandú. Durante un trabajo de investigación para Aves Argentinas/CMS, desde diciembre de 2002 a febrero de 2003, se relevaron áreas de pastizal en Río Negro y Paysandú,  en este último se lo encontró en un solo paraje (Rocha - Claramunt 2003).

La causa más importante de desaparición de la especie parece ser la caza ilegal, sobre todo en los departamentos del litoral, lo que sucede también en Rocha, aunque en menor medida. La segunda amenaza  que debe soportar este Capuchino es la destrucción de los pastizales y bañados.

VULNERABLES
Viudita Blanca Grande (Xolmis dominicana)

Esta especie presenta su mayor población en los bañados del este, sobre todo en Rocha,  Treinta y Tres y noreste de Lavalleja. La destrucción de su hábitat, pajonales húmedos y pastizales que incluso utiliza para nidificar, es la principal causa de su declinación. También el parasitismo del Tordo Común (M. bonariensis) la afecta, reduciendo su éxito reproductivo (Azpiroz 2000).

Quizás, la de Uruguay sea una de las poblaciones más importantes dentro de su distribución internacional y  en la que se deben enfatizar los esfuerzos por su conservación.

Capuchino Corona Gris (Sporophila cinnamomea)
Llega a mediadios de octubre y permanece hasta febrero o marzo. Ha sido la especie con riesgo de extinción más observada dentro de las 40 áreas de pastizal relevadas en Paysandú y Río Negro en la primavera-verano 2002-2003, con un total de 103 registros  (Rocha & Claramunt 2003). Es una especie localmente común en todo el litoral del Río Uruguay y en los bañados del este, incluso se ha encontrado en  Canelones y Florida  donde antes no había sido registrada. En Uruguay, puede tener un área de distribución  mucho más grande de la que se conoce hasta el momento. La destrucción de su hábitat, el pastizal, es la principal amenaza, aunque también a esta especie la afecta la caza para ser ave de jaula.

Dragón (Xanthopsar flavus)
Esta especie presenta sus mayores poblaciones en los bañados del este (Rocha), también aparece con suma frecuencia en Maldonado, Treinta y Tres y norte de Lavalleja. Recientemente se ha encontrado al sur del Río Negro, en pequeños bandos (8 a 10 ejemplares) Nidifica en pastizales húmedos y utiliza la pradera y pastizales bajos para alimentarse. Suele tener movimientos locales buscando alimentos. A la hora de desplazarse y alimentarse, mantiene un estrecho vínculo con la Viudita Blanca Grande (X.dominicana).
Uno de los problemas más graves que enfrenta es la destrucción y/o fragmentación de su hábitat así como el parasitismo del Tordo Común (Azpiroz 2000).

CASI AMENAZADAS/CERCANAS A LA AMENAZAÑandú (Rhea americana)
No presenta, por el momento, problemas de conservación  en Uruguay. Si bien la destrucción de pastizales bajos, la caza para consumo y  la fragmentación de los campos son un grave problema en otros países, en Uruguay aún se pueden encontrar grupos numerosos. En el sur, los grupos son más pequeños que en el norte del país. EstasLas poblaciones se pueden considerar entre las más importantes en toda el área de distribución de la especie. Si bien se colectan huevos para consumo y además se han capturado ejemplares del medio silvestre para criaderos, aún existe una importante población.

Pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus)
Este pingüino llega en invierno a Uruguay y es el más abundante en las costas de Rocha y Maldonado. Su población mundial se estima en  1.300.000 parejas; aunque en algunos lugares se supone que las poblaciones han  disminuido a casi la mitad. Muchos ejemplares mueren por causa del empetrolamiento. También inciden las actividades pesqueras, porque se capturan muchas especies incidentalmente, así como también la introducción de algunos mamíferos que predan en sus áreas de cría. Entre 1982 y 1990 murieron empetrolados 20.000 adultos y 22.000 juveniles por año. En 1991 un solo derrame terminó con la vida de 17.000 pingüinos en la costa de Chubut (Argentina).

Flamenco Austral (Phoenicopterus chilensis)
En Uruguay presenta una baja población, se observa en pequeños grupos de 10 a 50 ejemplares y llega a concentraciones de hasta 200 individuos (Azpiroz 2001). Su presencia se ha restringido al hábitat de las lagunas costeras (José Ignacio, Garzón y Rocha), aunque también se lo ha observado en la Laguna de Castillos y en el Arroyo Valizas. Algunos individuos aislados pueden llegar a otros sitios del país. Es una especie que se distribuye desde Perú hasta Tierra del Fuego. Sus grandes colonias de nidificación están en la Cordillera de los Andes (Chile). A mediados de los años 70, se estimaba una población mundial de 500.000 ejemplares, pero en la actualidad ha disminuido a 200.000 individuos. Las principales amenazas radican en actividades desarrolladas por el hombre. La colecta de huevos y la caza afectan a las poblaciones, esto sucede sobre todo  en Bolivia, y también en Chile y Argentina, aunque en menor medida. No nidifica, pues, en Uruguay y tampoco tiene grandes amenazas, excepto la perturbación de su hábitat.

Otros animales que se extinguieron en Uruguay

OSO HORMIGUERO (Myrmecophaga tridáctila)

JAGUAR (Panthera onca)
Es una especie casi amenazada a nivel internacional. Lamentablemente en Uruguay se extinguió a principios del siglo XX.  Los antiguos visitantes que llegaban a Uruguay durante el siglo anterior a su desaparición mencionaban que era habitual verlo en el este del país, en los montes cercanos a las zonas de bañado.

CIERVO DE LOS PANTANOS (Blastocerus dichotomus)
Es un ciervo que vivía en la zona de bañados, fundamentalmente en el sureste del país, aunque hay algún registro también para el suroeste en el departamento de Soriano.  A nivel internacional se considera vulnerable, pero en Uruguay se considera probablemente extinto.

PECARÍ DE COLLAR (Pecari tajacu)
Se considera extinguido en Uruguay, los registros históricos lo dan para el norte y el este de Uruguay, llegando incluso hasta el sureste en el departamento de Rocha.

OTROS ANIMALES EN PELIGRO

PUMA (Puma concolor)
En Uruguay se lo considera amenazado de extinción e insuficientemente conocido. A nivel mundial se lo considera “en peligro” por parte de la UICN.  Hace mucho tiempo en Uruguay se lo encontraba en prácticamente todo el país. Actualmente, solo existen algunos registros aislados para Paysandú, Lavalleja, Tacuarembó y Rivera.

Es una especie carnívora que habita montes, praderas arboladas, serranías y quebradas. El largo total del animal puede llegar a 2,30 m y parado a 90 cm.

VENADO DE CAMPO (Ozotoceros bezoarticus)
En Uruguay se lo considera amenazado ya que tiene dos poblaciones aisladas, una en Rocha y otra en Salto. A nivel internacional se lo considera “casi amenazado” por la UICN.

El largo total llega casi a 1,5 m y puede pesar entre los 25 y 40 kg. El hábitat principal es la pradera y se alimenta de pasto.

LOBO GRANDE DE RÍO (Pteronura brasiliensis)
No se conoce mucho de esta especie en Uruguay, pero probablemente también se haya extinguido. No hay registros recientes, aunque queda la duda de algún encuentro aislado con individuos de esta especie. Los registros históricos de esta especie son para los departamentos del sureste, este, noreste y norte del país. Vive en ríos, arroyos y lagunas.

COATÍ (Nasua nasua)
Este mamífero habita los montes ribereños y principalmente los montes de quebrada en el norte del país. En Uruguay se lo considera vulnerable e insuficientemente conocido. Es omnívoro y generalmente se desplaza en grupos.

COENDÚ (Sphiggurus spinosus)
En Uruguay se considera una especie vulnerable, existen pocos registros de la especie en los departamentos del norte y noreste de Uruguay. Particularmente en el departamento de Cerro Largo hemos encontrado hasta tres ejemplares en el mismo árbol. Se alimenta de vegetales, frutos y hasta de la propia corteza de algunos árboles. Es de movimientos lentos y puede permanecer inmóvil en una rama por largo rato.

TAMANDUÁ (Tamandua tetradáctila)
En Uruguay se lo considera como una especie amenazada de extinción y poco conocida. En mayo del 2009 se pudo observar un ejemplar muerto en la Ruta 8 en el departamento de Cerro Largo.  Es una especie que aún se puede encontrar en el noreste de Uruguay, especialmente en Cerro Largo, Rivera, Tacuarembó y norte de Treinta y Tres

miércoles, 3 de octubre de 2012

Reserva de Pan de Azúcar


El cerro Pan de Azúcar tiene una altura de 423 mts., y es el punto más alto de los cerros que se acercan a la costa en el departamento de Maldonado. En la cima se ubica una cruz de cemento armado, de 35 mts. de altura , ideada por Juan Zorrilla de San Martín en 1933. Se asciende a ella por una escalera caracol interior que permite llegar al mirador ubicado en sus brazos para apreciar el paisaje hacia los cuatro puntos cardinales. Desde el centro del balneario se llega al cerro por la avenida Artigas, que nace en la rambla de los Argentinos y se prolonga en la ruta 37, conduciendo
hasta la Reserva de Fauna Autóctona enclavada en su falda.
Se recomienda realizar la caminata en horas de la mañana de modo de evitar las horas en que el sol vuelve demasiado agotador el recorrido. Llevar agua, protección para el sol, sombrero y frutas jugosas es aconsejable para un ascenso exitoso. El calzado debe ser cómodo y adecuado para este tipo de terreno. El trayecto se inicia por los caminos de la reserva de fauna, internandose en los senderos interiores que permiten ver las diferentes especies en su hábitat natural. El trazado laberíntico de ellos torna más atractivo el recorrido y cada visitante elegirá por cual transitará en esta etapa. La tranquilidad del lugar hace que la caminata sea placentera observando cisnes de cuello negro, lobos de río, pumas, hurones y venados de campo entre otros. En algunos senderos el camino se hace más angosto y la vegetación se entrelaza dejando pasar apenas unos pocos rayos de sol. Cualquiera haya sido el camino elegido el punto de inicio de la ascensión está junto al área donde se localizan los carpinchos. Vale la pena detenerse allí un momento para observarlos.
Un camino hacia la izquierda es el regreso marcado para aquellos que no tienen intención de subir el cerro. Comienza entonces el primer tramo de una escalada que en total llevará una o dos horas, según el ritmo de cada visitante. Se gira hacia la derecha y se divisan claramente unas flechas rojas marcadas en las rocas indicando el sentido a seguir. Hay que prestar atención a ellas para no perderse. Más adelante el camino deja de estar marcado y sólo una senda se abre en el monte para indicar la subida. Las piedras se hacen más grandes, algunas hay que treparlas, otras hay que rodearlas para poder continuar. Los árboles se ubican a ambos lados, la sombra es permanente en este tramo. Hay que tener precaución con las rocas para no resbalar, pequeños hilos de agua descienden sobre ellas.
El camino se hace cada vez más difícil, el monte de eucaliptos termina y ya no protege del sol, las rocas son más grandes. La vista desde aquí es increíble, se puede ver la costa, la ciudad, el castillo de Piria y en los días claros también es posible divisar Punta del Este. Es un buen lugar para detenerse y apreciar el paisaje. Hay que recargar energía porque todavía queda camino para recorrer. Hacia arriba se destaca la cruz que parece ubicarse cerca, pero el camino continúa y aún la cima no aparece. Luego de unos minutos el ascenso es menos empinado y la caminata requiere menos esfuerzo. Un trayecto rectilíneo es el preludio para llegar hasta los pies de la cruz. Es buen
lugar para sentarse en el pasto, tomar algo fresco y sentir el viento dominando en la altura. Para los que aún tienen energía la invitación es subir hasta los brazos de la cruz para observar desde allí todo el entorno. El descenso se realiza por el mismo camino, siendo más fácil y rápido. Hay que tener precaución con las piedras sueltas para evitar caer, controlando la velocidad que se adquiere en la bajada.
Para no perderse no hay que descuidar las rocas pintadas. Es recomendable conseguir algún palo resistente que sirva de apoyo a la hora de descender. Luego de cruzar el monte de eucaliptos la reserva de fauna parece acercarse rápidamente. El parador que se ubica en la ladera del cerro o
las mesitas que debajo de las sombras de los arboles invitan a descansar pueden ser una excusa para apreciar el cerro en su plenitud. Mirar ahora hacia la cima permite valorar el esfuerzo realizado.
Reserva de Fauna Autóctona
Una de las laderas se convirtió hace una centuaria, por decisión de Don Francisco Piria, fundador de Piriápolis, en una inmensa cantera que proveía de sólidas rocas de granito para la construcción del incipiente balneario. Las obras fueron de tal magnitud que ofrecían trabajo a más de 500 obreros. Se desarrolla en sus laderas una actividad zoológica que se originó en 1980 con la creación de la Estación de Cría de Fauna Autóctona por parte de la Intendencia Municipal de Maldonado. Se han aprovechado convenientemente los vestigios de la vetusta actividad, utilizándose caminos y construcciones que fueron adaptadas para su nueva función.
Ñandú - RHEA AMERICANA
(El ave de mayor tamaño del continente americano) Esta institución zoológica desde su fundación ha fijado un conjunto de objetivos relacionados a la problemática de la fauna y flora nativos. En una extensión relativamente pequeña, 86 has. pero adecuada para los cometidos establecidos, se desarrollan proyectos y experiencias, exclusivamente con fauna autóctona, ofreciéndole solícita atención a especies silvestres que están hoy en proceso de extinción en toda su distribución geográfica, que se hallan extinguidas o aproximándose a esa crítica situación. Paralelamente a la evolución de proyectos, se logra el acrecentamiento del material proveniente de la investigación sobre comportamiento, profundizando en las biologías reproductoras, lo que permite la elaboración de publicaciones de carácter científico sobre especies amenazadas. Luego de cuatro años de investigación, en 1985 se edita un completo estudio del comportamiento del venado de campo "Ozotoceros bezoarticus". En 1988, "Nidificación y nacimiento de Caimán latirostris, yacaré de hocico ancho", donde se detallan luego de la ubicación de dos nidos en la naturaleza, materiales utilizados, disposición de los mismos; cantidad, ubicación, pesos y medidas de los huevos, incubación controlada y posterior nacimiento de individuos de esta comprometida especie.
Chaja - CHAUNA TORCUATA (Ave de bañado incubando)
Se hallan prontos a publicar trabajos relacionados al nacimiento de seriema "Cariama cristala", y otros sobre el venado de campo, yacaré y ñandú. Varios son los proyectos que se desarrollan actualmente en la Estación, que dispone de más de 600 animales nativos. Año a año son superados los porcentajes de natalidad, comenzando a procrearse nuevas especies y aumentando los nacimientos de especies ya adaptadas. Entre las especies de mayor trascendencia, la Estación posee venado de campo, yacaré, lobo de río, gato de pajonal, paca, oso hormiguero, seriema, hurón, cisne de cuello negro, gato montes, ganso blanco, coendú, pato criollo, puma, zorro de dos especies, carpincho, águilas y búhos de varias especies, tortugas, ofidios de varias especies, ñandú, armadillos, patos de varias especies, flamencos, cigüeñas, gallaretas, pavas de monte, bandurrias, mano pelada y pequeñas aves. Por su trascendencia, se describirá brevemente el proyecto con el venado de campo en lo que se denominó "OPERACIÓN VENADO DE CAMPO".

Carpincho - HYDROEHAERUS HYDROCHAERUS
(El mayor roedor del mundo) El plan comenzó en 1980 con esta especie al borde de la desaparición en toda su dispersión geográfica. Los ejemplares para iniciar el pie de cría se obtuvieron de una población salvaje del norte del país: se trabajó cuidadosamente, sobrellevando las dificultades de una experiencia sin antecedentes. Actualmente los ejemplares suman 31 están registrados en Alemania (Zoo. Berlín) quién lleva el registro mundial de la especie, informándose desde esa Institución que el rebaño de la Estación de crías es el mayor del mundo en semicautiverio. Ya se concretaron cuatro grupos paralelos con ejemplares nacidos en la Institución: en Santa Fé - Argentina; San José, San Carlos y Trinidad- Uruguay. En el año 1990 se inaugura la primera sala en el país para proyección de medios audiovisuales y conferencias, beneficiando a los 300.000 visitantes que ingresan anualmente, incluyendo a miles de estudiantes escolares, liceales y de otras especialidades superiores que llegan de todos los puntos del país.
Bañado en la estación de cría de Piriápolis
En 1985 se ha concretado un convenio entre la Asociación Cristiana de Jóvenes y la Institución, para la realización de un proyecto sin antecedentes en el Uruguay, donde se unen una institución oficial y una privada para el logro de objetivos que permite al grupo de jóvenes, realizar una interesante experiencia donde combinan el trabajo con las vacaciones. La Intendencia provee alimentación, alojamiento y asesoramiento. La Asociación Cristiana de Jóvenes se comprometió a organizar, coordinar y supervisar los diferentes grupos de jóvenes, poniendo además para cada uno de ellos un director responsable, asegurando de esta manera un seguimiento moral y pedagógico a lo largo de cada período y para cada grupo. Los jóvenes trabajan en variadas tareas de apoyo a la Estación en horas matutinas y además cumplen la función de guías para los grupos de visitantes, asesorando e informando sobre las costumbres de la fauna en horas vespertinas. También la Estación es tomada como lugar de visita permanente por los Scouts del Uruguay. Periódicamente llegan grupos de 20 a 30 grupos de jóvenes que permanecen un mínimo de 2 días acampados en zonas preestablecidas. Se interioriza a los niños sobre características y comportamiento de las especies que aquí se encuentran, siendo la Estación de cría un excelente lugar para iniciar una labor de respeto a la vida animal, vegetal y a la naturaleza en general.

martes, 2 de octubre de 2012

Pequeño resumen de la flora y fauna

Próximo a San Carlos podemos encontrar árboles que nacieron antes de 1910, pudiendo verse eucaliptus, coníferas, ombúes, hibiscos, romeros, palmeras, y tunas, en menor medida.
En cuanto a su fauna, en las cercanías del cerro Pan de Azúcar se encuentra la «Reserva de Fauna Autóctona», abierta al público, en la que se puede visitar a los animales en su entorno natural.
Destacan el carpincho, el gato montés, el puma, el yacaré, el yaguareté, el zorro gris, la mulita, el pecarí de collar, el ciervo guazú-virá, el benteveo, el ñandú, y otras especies de aves, como por ej: la garza bruja, el carancho y el chimango, etc. Otras especies, como los murciélagos habitan hacia el norte, en las grutas de Salamanca en Aiguá. En las costas se reproducen dos especies de lobos marinos, cuya principal población se encuentra en la Isla de Lobos, situada en el Océano Atlántico, que es considerada una reserva natural, no abierta al público. También en la costa se puede apreciar a la ballena franca austral, que habita en las aguas del mar Uruguayo.